La Basílica de María Auxiliadora de Sevilla acogió en la mañana del sábado 13 de mayo, coincidiendo con la festividad de Madre Mazzarello, la entrada de Fernando Miranda Ustero como nuevo Provincial para la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora (SMX).

La eucaristía de inicio de servicio, tras el nombramiento realizado por el Rector Mayor de los Salesianos, don Ángel Fernández Artime, el pasado 24 de enero, fue presidida por Juan Carlos Pérez Godoy, Consejero para la Región Europa Mediterránea, junto con la concelebración de Ángel Asurmendi, inspector saliente y el resto del Consejo de SMX, Manuel Fernando García Sánchez, Provincial de Santiago el Mayor, y el Cardenal Mons. Cristóbal López, Arzobispo de Rabat, contó con la participación de una notable representación de Salesianos, familiares, jóvenes e integrantes de la Familia Salesiana procedentes de diferentes puntos de la geografía inspectorial.

Fernando Miranda, hasta la fecha vicario provincial,  iniciaba el servicio para el sexenio 2023-2029 recogiendo de esta forma el testigo de Ángel Asurmendi al frente de una de las dos inspectorías de España, que agrupa las obras salesianas de Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Región de Murcia, y que cuenta con su sede en Sevilla desde la unificación llevada a cabo en junio de 2014.

«Estamos viviendo un momento extraordinario. Querido Fernando, esto que ves es un signo expresivo del don de Dios que anima, guía y acompaña esta querida inspectoría de María Auxiliadora. Aquí estamos presentes quienes la representan», comentaba don Juan Carlos mientras invitaba a los presentes a acoger al nuevo inspector con alegría. «Él es el regalo que Dios nos hace».

También hubo palabras de agradecimiento por el trabajo, la generosidad y los desvelos de Ángel Asurmendi durante todos los años de servicio. El Consejero Juan Carlos Pérez Godoy quiso aprovechar la ocasión para trasladar el mensaje del Rector Mayor para este día, tras compartir la pasada semana su visita a España. «Regreso a Italia con las pilas cargadas», explicaba con alegría para centrarse en el sentido del día.  «Solo desde la fe se puede recibir a un inspector, solo desde la fe se puede recibir el don para asumir este servicio. La lectura de Mateo pone la mirada en el ‘Id y proclamad’. No puedes olvidar que llevas a toda esta gente con la que se construye inspectoría. Ligeros de equipaje, pero tenemos apoyo y fuerzas para realizar lo que indica el artículo 161 de las constituciones», comentaba.

Durante el cierre de la homilía puso el acento en la importancia de la construcción, con corazón pastoral, de la comunidad fraterna. «El inspector no debe ser un gran gestor, debe estar rodeado de buenos gestores a los que implicar en la misión. Él debe ser un buen padre», añadía para hablar de la importancia de trabajar en unidad con el Rector Mayor y los distintos grupos de la Familia Salesiana. «En esta inspectoría la Familia de Don Bosco es un eje fundamental. Puedo decir que tenemos una vitalidad extraordinaria. También será necesario cuidar a los hermanos, el mayor tesoro de la Congregación», explicaba.

Tras la lectura del decreto del nombramiento, a cargo del secretario Rosendo Alabau, se llevó a cabo la profesión de fe del nuevo inspector. «Yo, Fernando Miranda, creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el Símbolo de la fe», iniciaba su proclamación. Posteriormente, con la firma del nombramiento, se llevó a cabo su acogida con el abrazo fraterno.

En las palabras de acción de gracias a la asamblea, Ángel Asurmendi quiso tener un mensaje especial dirigido a toda la comunidad educativo pastoral. «La palabra más repetida y que pueda resumir todos estos años es conversar. He querido tener una escucha atenta. No sé cuántas libretas he podido gastar en diferentes encuentros. Todos estos años están llenos de diálogos, nombres y rostros. Donde hay comunicación hay vida y las palabras nos vinculan a cada uno de nosotros», explicaba sobre la experiencia compartida. «Gracias hermanos salesianos, salesianas, seglares y Familia Salesiana por haberme acogido y haberme escuchado. Quiero agradecer vuestro cariño, afecto y trabajo», explicaba coincidiendo con lo compartido por el Rector Mayor en su mensaje. «Al volver de cada una de las casas se regresa lleno de vida», citaba con un mensaje especial a las personas que llevan a cabo la dirección de las distintas obras y los diferentes equipos.

Su intervención terminó con un mensaje especial al Consejo Inspectorial con el que compartió camino, con un recuerdo especial a Antonio Echeto y Fernando Báñez, que finalizan su servicio, y a los nuevos consejeros que continúan. Y especialmente a Fernando. «Gracias por el apoyo y la cercanía mostrada en los momentos duros. Gracias por tu comprensión y crítica constructiva. Gracias por tu sinceridad y confianza. Eres una persona con gran corazón, sencilla y escucha. María Auxiliadora y la Virgen del Pilar te van a sostener», terminaba para hacer entrega de las llaves de su despacho con una brújula como llavero. «Siempre apuntará al norte que te irá marcando Dios».

Por su parte, las palabras de Fernando Miranda estuvieron dirigidas a dar gracias por este día. «Hoy es un día para agradecer, confiar, soñar y creer. Agradecer todas esas cosas que uno puede encontrar en la Inspectoría y que he podido ver en primera persona durante mis cinco años en el Consejo. Juntos hemos caminado desde la unificación de 2014, con un recuerdo especial a todas esas personas que nos han dejado a lo largo de estos años»

Un día para dar gracias a Dios la vocación recibida, en una fecha en la que se cumplían 23 años de su ordenación. «Quiero dar gracias al Consejo por el trabajo compartido. Ángel ha sido un buen maestro para saber dónde hay que mirar. Antonio también, con su labor callada como ecónomo que nos ha traído hasta aquí, a Fernando Báñez por su camino junto a los laicos», explicaba con un mensaje cariñoso para los que se quedan y a los que se incorporan a este servicio. «Gracias a todos los que ponen sus dones a este proyecto común».

«Hay que confiar en Dios y en María que nos enseña y ayuda. Hoy es un día para celebrar lo que da sentido a nuestra vida, y para soñar y creer lo que Dios nos pide como Inspectoría y Familia Salesiana. Adelante, siempre adelante», concluía.