Sencillo pero muy emotivo el homenaje que la CEP ha celebrado para reconocer públicamente el trabajo, el tiempo y el amor que doña Ana María Gallardo Beltrán y don Eugenio Álex Calero han dedicado a los jóvenes durante tantos años. Es un gesto que pretende ser la guinda a toda una vida dedicada a enseñar con el corazón y desde la humildad.
Doña Ana entraba en clase de su amigo don Eugenio para que pudieran seguir el pasillo formado por todos los alumnos del colegio hasta el salón de actos, donde tuvo lugar una eucaristía colmada de emoción y agradecimiento hacia nuestros compañeros.
¡Esta será siempre vuestra casa!